Por razones de trabajo hemos y he tenido que frecuentar la ciudad de Bogotá en varias oportunidades durante el año pasado (2006) y como es lógico no hay nada de malo en llevarse a la esposa de viaje con uno.
Bogotá es para mi la ciudad más espectacular del norte de Sudamérica, no sólo por el clima, sino por su gente, su trato, su amabilidad y el confort con el que lo tratan a uno. Simplemente desde que era muy jóven, fué una ciudad de la que me enamoré.
Antes de cumplir mis 40 años de vida, nos encontrabamos pasando unos días en la ciudad, ya que estabamos organizando una exposición en el Centro de Exposiciones denominado Corferias; fué una semana completa de mucho stress, anciedad, trabajo, reuniones, y la verdad que el cansancio era total.
Pués dejenme decirles, que nos hemos traido un pasajero que venía oculto en el vientre de mi esposa. Si señor, como dirían los "Cachacos".
Bogotá es para mi la ciudad más espectacular del norte de Sudamérica, no sólo por el clima, sino por su gente, su trato, su amabilidad y el confort con el que lo tratan a uno. Simplemente desde que era muy jóven, fué una ciudad de la que me enamoré.
Antes de cumplir mis 40 años de vida, nos encontrabamos pasando unos días en la ciudad, ya que estabamos organizando una exposición en el Centro de Exposiciones denominado Corferias; fué una semana completa de mucho stress, anciedad, trabajo, reuniones, y la verdad que el cansancio era total.
Pués dejenme decirles, que nos hemos traido un pasajero que venía oculto en el vientre de mi esposa. Si señor, como dirían los "Cachacos".
